Conciencia reducida promueve violencia entre lo humano
La conciencia reducida por el rencor o por falta de nuevos significados promueve violencia, como la ejercida por los relativismos culturales, muchos invocados como tradiciones, que oprimen, aún más, la propia conciencia en la única forma que se puede hacer: violentamente, como con aquella imposición de mutilar el clítoris a las nativas americanas y africanas, o cuando se clasifica a un grupo humano por «inferior» como coartada política o para dominarlo.
Una conciencia suficientemente reducida puede dejar de ser consciente del sufrimiento por estar sedada, negada a saber, por proyectar el sufrir, y es el caso de los pueblos que remolcan sus atrasos por siglos, resignados porque no creen posible otra posibilidad.
La cultura puede ampliar la conciencia, hacer que el espíritu humano se despliegue y genere un concuencia más grande, capaz de envolver aquello que le hace sufrir violentamente.
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